"Aspas". Relato sobre ¿Qué haría hoy Don Quijote con los molinos?

Aspas

–Dime, querido Sancho, aquellos molinos que se ven a lo lejos, que llenan nuestras montañas de postes y aspas, ¿No destrozan el paisaje natural?

–Desde luego, mi señor Don Quijote. Los pintores de paisajes montañosos tendrán que buscar otros lugares. Estos molinos modernos, estilizados, de hierro, no quedan bien en los cuadros encima de montañas rodeadas de árboles ancestrales. Los pintores de nuestra época se escandalizarían al intentar pintar zonas destos paisajes.

–En la época actual, éstos molinos de viento son llamados aerogeneradores, querido compañero de batallas. Dicen que son utilizados para reducir el gas carbónico. Producen lo que definen energía limpia o renovable, que han nacido mucho después de los molinos gigantes que conocimos nosotros hace 400 años.

–Y que ahora, los nuevos artefactos ya no se utilizan para moler grano, sino más bien para producir electricidad a partir del viento, que no sé por qué se hace, a no ser que esté relacionado con la lumbre, Don Alonso. Todo en pos de la modernidad. La cuestión es que dicen que son necesarios, pero nadie los quiere tener encima de su casa.

…

Siguieron andando el camino con su rocino Rocinante y el armado caballero Don Quijote subido a su lomo hacia el bosque de aerogeneradores. Don Alonso Quijano, flamante aventurero, se dirigió de nuevo a Sancho Panza:

–Démonos priesa para acercarnos al pueblo antes de que anochezca, desde donde se ven mejor los molinos, pues están encima de la montaña junto al mismo. Tú sígueme, fiel escudero. Y buscaremos una posada donde descansar en un lecho después de yantar un poco de truchuela.

–Mi Señor, esperad un poco, no tan apriesa, que he de deciros que andéis con cuidado y observéis lo que dice la gente desos nuevos molinos, pues dellos están un poco hartos –espoleando su asno para acercarse a Rocinante.

–Veremos Sancho si oímos las conversaciones o tendremos que preguntar a su buena gente.

–Ayer oí que la mayoría de los turistas no se quieren acercar al pueblo porque tienen los molinos de acero encima, un bosque entero de postes de acero, un inmenso parque eólico, mi señor.

–Tendremos que adoptar medidas, hacerles frente, derribarlos…, compañero. Y siguieron andando más apriesa.

…

–Pero escuchad bien, mi señor, porque hablan que cerca dellos han encontrado algunas aves muertas debido al choque con las palas de los molinos cuando vuelan, porque ésas aspas giratorias no traen nada bueno, pues interfieren en las rutas de vuelo de grandes rapaces o especies migratorias.

–Pues ya está todo dicho, escudero, porque si encima destrozan paisajes únicos de la geografía y matan a especies protegidas, merecen que les demos su merecido como aconsejan los libros de caballerías. Vamos hacia ésos gigantes de acero y presentémosles batalla. Será otra hazaña mía para entallar en bronce o esculpir en mármol. Debemos continuar pensando en deshacer agravios, tuertos que enderezar, sinrazones que enmendar, abusos que mejorar y deudas que satisfacer, concluyó el caballero andante.

–¿Nos ponemos la armadura o esperamos a llegar más cerca, mi señor?

–Mejor en llegar, Sancho, pero antes hablaremos con los pintores, con ecologistas, meteorológos, abogados, ingenieros, periodistas, biólogos… y con expertos en paisajes. Armaremos un ejército con todos, armados con sus lanzas de trabajo, para que nos ayuden a destruirlos, pues un cuadro sin belleza nos envilece, un paisaje destruido nos desanima, con un impacto en el medioambiente se destruyen horizontes únicos, cambia nuestras costumbres y el patrimonio, y la sangre duna ave inocente nos remueve el estómago. Es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra…

…

–Una vez realizada la tal hazaña y pintada en una tabla para memoria en lo futuro, escudero y amigo Sancho Panza, deste sueño que nos ha trasladado al presente, partiremos de nuevo a nuestros tiempos ancestrales como armados caballeros, donde las emociones eran más racionales, más humanas, más sencillas y más bellas. Dejemos ahora quellos descubran como deben ser las cosas en adelante, para que comprendan mejor…

(663 palabras. Juan-Ramón Moscad Fumadó. @jmoscad. #MolinosQuijote. Zenda Libros e Iberdrola)