La casa de subastas de Fernando Durán ha retirado de su catálogo de pinturas que saldrán próximamente a la venta dos cuadros atribuidos a José Vela Zanetti, por considerarlos falsos.
Las piezas proceden de León y se ponían a la venta por un precio de salida de 3.600 y 3.000 euros La lucha contra el fraude, una preocupación constante La fundación ha identificado unas 200 falsificaciones del artista.
Varios coleccionistas alertaron, al conocer el catálogo de obras a subasta, que dos de los cuadros del pintor burgalés que se ponían a la venta parecían claramente copias de poca calidad de la obra original del pintor de Milagros. Este extremo ha sido confirmado también por la Fundación Vela Zanetti en León, cuyo secretario, Eduardo Aguirre, reconoce haber intercambiado información con la prestigiosa casa de subastas.
Aguirre confirma que las obras que iban a salir al mercado proceden de León, y que la familia propietaria había acudido con anterioridad a la Fundación para certificar la autenticidad de las piezas. Los responsables de la Fundación ya advirtieron entonces a los propietarios que las obras no eran originales, en su opinión. Sin embargo, ahora han vuelto a toparse con los cuadros presuntamente falsos y a punto de salir al mercado.
Atentado contra el pintor. El secretario de la institución que vela por la obra del pintor confirma que «la Fundación ya informó en su día a los propietarios de que los cuadros no eran auténticos, y considera también que la pésima calidad de los mismos atenta contra el buen nombre artístico del pintor».
Aguirre apunta también que «el conocimiento por parte de un propietario de que tiene una obra falsa ha de obligarle a actuar en consecuencia y bien destruir el cuadro o impedir que siga pasando por verdadero, pero nunca proceder a su venta como si se tratase de una auténtica creación del pintor». Lo que supone en principio mala fe en la actuación de los propietarios de las obras presuntamente falsas.
Vela Zanetti ha sido uno de los pintores más copiados en las últimas décadas, y ahora comienzan a salir a la luz falsificaciones que se realizaron sobre todo en los años setenta y ochenta. Las herencias por fallecimiento de las personas que adquieron entonces aquellos cuadros están sacando a la luz un buen número de obras que no son auténticas, especialmente de aquella primera época.
Cuando el artista burgalés comenzó a ser reconocido y a vender su obra se realizaron muchas de estas copias, a menudo de más que dudosa calidad, porque «todo lo de Vela se vendía», en palabras de Aguirre. Con lo que no se contaba entonces era con la futura existencia de una Fundación que podría garantizar la autoría de las obras. La mayor parte de las falsificaciones de la obra de Vela Zanetti son de ínfima calidad artística.
Según el secretario de la Fundación que cuida su legado, «los falsificadores no tienen voluntad de engañar a un experto, se trata más bien de intentar un timo rápido, colocar en el mercado cuanto antes la copia. Para ello se busca cierta similitud con el original a través del dibujo y el color, pero no existe, como ocurre con los falsificadores de otros artistas, una investigación detallada de las técnicas del autor».
En los últimos años buena parte de las copias de Vela Zanetti que se identificaron, por parte de la Fundación o de la Policía del Patrimonio, procedían de la trama montada en Aranda de Duero por el galerista Ignacio García Ortega, que fue detenido y juzgado posteriormente. García Ortega hacía en su galería varias copias de cada original que obtenía, la mayoría de ellas de escasa calidad, y las vendía todas como auténticas.
Ahora comienzan a salir a la luz también las obras vendidas en los setenta como auténticas, y que en realidad son las primeras falsificaciones que se hicieron del autor. La Fundación Vela Zanetti ha realizado durante todo este tiempo numerosas identificaciones, tanto para verificar el valor real de las obras que poseen los propietarios como para preservar el buen nombre del autor, ya que la mayoría de las falsificaciones resultan de una calidad ínfima para el pintor.
fernando durán está bien acostumbrado a esto de los timos, pues habitualmente pretenden "colar" lotes a través de su catálogo, mal elaborado, con fotos engañosas e información incompleta.
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